Cada día somos testigos de innumerables actos de corrupción: planillas doradas en instituciones públicas que pagamos con nuestros impuestos; regidores acusados de pedir dinero a maricultores, sobornos en la adquisición de productos farmacéuticos o equipos médicos, etc.
Por Eduardo Sánchez. 21 diciembre, 2021.
Las Naciones Unidas define parcialmente a la corrupción como “… un complejo fenómeno social, político y económico, que afecta a todos los países.” Se denomina fenómeno social porque está ligado al comportamiento consciente de personas dentro de una sociedad. Asimismo, la definición incluye los términos político y económico porque, en su gran mayoría, los actos de corrupción están ligados al mal uso del poder brindado por la sociedad para beneficio económico propio.
E 31 de octubre del 2003, la Asamblea General de las Naciones Unidas instituyó el 9 de diciembre de cada año, como el Día Internacional Contra la Corrupción para luchar contra esta lacra que genera daños irreversibles en la sociedad, socava la voluntad de las personas, atrofia los cimientos del desarrollo económico de una región; entre otras graves consecuencias.
Actualmente, se estima que los costos globales de la corrupción bordean los 2,6 billones de dólares americanos, equivalente al 5% del Producto Bruto Interno (PBI) mundial. También, se piensa que la corrupción se limita al abuso de un cargo público en beneficio privado; sin embargo, este mal social se ha desarrollado mucho más en las últimas décadas. La corrupción no solo involucra al funcionario político, sino que ahora se cuenta con la ayuda de algunos funcionarios financieros, abogados, contadores; todos ellos actúan en conjunto, como una verdadera organización delictiva. La corrupción también utiliza herramientas como la difamación y la desinformación para generar opiniones a favor y evitar las denuncias correspondientes.
Lamentablemente, cada día somos testigos de innumerables actos de corrupción: planillas doradas en instituciones públicas que pagamos con nuestros impuestos; regidores acusados de pedir dinero a maricultores, sobornos en la adquisición de productos farmacéuticos o equipos médicos, etc.
Ante ello, invito a unirse al gran movimiento #UNIDOSCONTRALACORRUPCIÓN. Los piuranos, y, en general todos los peruanos, debemos dejar de pensar que estamos a merced de la corrupción y que solo es un “modo de vida”. La podemos combatir, con estas acciones: 1) Fortaleciendo la democracia; informándonos acerca del estado de derecho y de lo que hacen los gobernantes para luchar contra la corrupción. 2) Promoviendo la justicia: denunciando los casos de corrupción. 3) Apoyando la educación: enseñando a los niños que la corrupción es inaceptable. 4) Creando prosperidad: rehusando el pago o la aceptación de sobornos o regalos.
En esta lucha no vale la tibieza; o estas en contra o a favor de la corrupción. ¡Tú decides!
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.
